ARTIUM, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo, y el Instituto Cervantes presentan “Mientras Brasilia nacía. Arte español en la Colección ARTIUM”, una exposición integrada por obras escogidas de la colección propia del centro-museo vitoriano con la que el Instituto inaugura su nueva sede en la capital de Brasil. La muestra ilustra el estado de la creación artística en España en la década de los 50 del siglo pasado, los años en los que Brasilia se diseñaba y se construía. Para ello, Javier González de Durana, comisario de la exposición, ha seleccionado 17 obras de la Colección ARTIUM, en las que se encuentra la firma de algunos de los principales protagonistas de la renovación del arte español en una época en los que los brotes de libertad eran más bien escasos: Óscar Domínguez, Luis Feito, Equipo 57, Manuel Millares, Gerardo Rueda, Antonio Saura o Jorge Oteiza, entre otros. “Mientras Brasilia nacía” permanecerá en la capital brasileña desde el 17 de julio hasta el 17 de septiembre y después se expondrá en Río de Janeiro, en octubre y noviembre, y en Sao Paulo, en diciembre de 2007 y enero de 2008.
“Mientras Brasilia nacía”, la exposición elaborada por ARTIUM para las sedes del Instituto Cervantes en Brasil, propone una suerte de revisión de los caminos del arte español en los años en los que se fundaba la capital brasileña, un recorrido guiado mediante diecisiete obras procedentes de la Colección de ARTIUM, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo, cuya profundidad permite realizar distintas lecturas del arte español del siglo XX.
La década de los 50 del pasado siglo fue tanto un momento clave en la historia de Brasil como un tiempo esencial para el posterior desarrollo del arte en España. Un leve resquicio de tolerancia en el férreo régimen dictatorial y la lucha por la libertad confluyeron en estos años para permitir una brecha de modernidad creativa de la que son elocuentes representantes los artistas elegidos para esta muestra, todos ellos nombres esenciales de la historia del arte español contemporáneo. En ese sentido, “Mientras Brasilia nacía” ofrece ejemplos muy distintos de los caminos que empezaron a adoptar los artistas españoles, a partir de tradiciones y pasados no necesariamente coincidentes. Así, la geometrización abstracta está presente en dos obras de Gerardo Rueda, ambas tituladas “Composición”, fechadas una en 1953-54 y otra en 1955, así como en la pieza de Óscar Domínguez “Arbalette” (1950) y en “Macla” (1959), la pizarra grabada de Néstor Basterretxea con una evidente influencia de Jorge Oteiza.
Es precisamente el escultor guipuzcoano el más ampliamente representado en la muestra, con cuatro piezas que van desde lo figurativo de la “Cabeza de Apóstol”, creada para el apostolario de la Basílica de Aránzazu, hasta su faceta más experimental visible en “Caja vacía” (1958), “Construcción con tres cuboides vacíos” (1958) y “Cruz” (1959). Un dato a tener en cuenta es que Jorge Oteiza ganó el premio de escultura de la Bienal de Sao Paulo precisamente en 1957, mientras Brasilia nacía. Por otro lado, la abstracción española española está representada, aunque con diferentes puntos de partida, por Federico Echevarría, con “Pintura” (1959), Luis Feito, con “Composición” (1955), y Antonio Saura, con “Abstracción” (1955). Si Echevarría compone en base al color, en Feito rayaduras hechas aparentemente al azar se superponen a una base cromática y en Saura domina el gesto repetido. Una solución distinta es la que aporta Pablo Serrano y su escultura “Ordenación del caos” (1957).
Fruto de la investigación sobre los planos de color, la figura y el fondo es “Sin título (CO-2)” (1958), de Equipo 57, colectivo al que perteneció Agustín Ibarrola antes de regresar a la figuración rotunda que representa, por ejemplo, “Maternidad”. Por otro lado, el uso de materiales no convencionales y el énfasis en la textura de la pintura se haya representado por Manuel Millares, con “Composición” (1956). La selección de obras y artistas culmina con dos representates de la figuración española: Rafael Zabaleta y la geometría secreta de “Aceituneras” (1959) y Joaquín Vaquero Turcios y la fuerza de la superficie pictórica de “Roma” (1952).
Exposición organizada por: