Pello Irazu. Fragmentos y durmientes

Desde: Jueves, 13 Noviembre 2003

Hasta: Domingo, 22 Febrero 2004

Lugar: Sala Este Baja

Concebida específicamente para la sala Este Baja de ARTIUM, Pello Irazu, uno de los artistas más interesantes del panorama actual, presenta en la exposición Fragmentos y Durmientes, su última producción artística. La muestra, que incluye dos esculturas -una de ellas de tamaño monumental- dos grandes murales y cuarenta y cuatro dibujos, permite descubrir las claves y la evolución del lenguaje constructivo de este artista.

Concebida específicamente para la sala Esta-Baja de ARTIUM, Pello Irazu, uno de los artistas más interesantes del panorama actual, presenta en la exposición Fragmentos y Durmientes, su última producción artística. La muestra, que incluye dos esculturas -una de ellas de tamaño monumental- dos grandes murales y cuarenta y cuatro dibujos, permite descubrir las claves y la evolución del lenguaje constructivo de este artista.

Pello Irazu (Andoain, 1963), presente desde hace tiempo en la colección de ARTIUM con dos piezas, está relacionado con la renovación de la escultura vasca y española de los años ochenta. Ha realizado numerosas exposiciones nacionales e internacionales en sus más de veinte años de trayectoria, y han sido diversas las referencias artísticas que han girado en torno a su trabajo artístico: el pensamiento y la obra de Jorge Oteiza -influencia fundamental-, el Constructivismo o el Minimal, pasando por el Arte Conceptual y el Pop. Asimismo, su arte es fruto de una profunda reflexión e investigación sobre la relación del individuo con la arquitectura, los espacios domésticos o los objetos cotidianos. La selección de los materiales que hace Pello Irazu guarda estrecha relación con esta cuestión y es por ello que el hierro, el acero, la madera, la formica o el cartón, entre otros, constituyen los diferentes soportes o cuerpos físicos de su obra escultórica, a lo que hay que añadir el color, elemento de apariencia sólo accesoria, pero formalmente determinante y de gran fuerza. La versatilidad de Irazu no sólo se limita a los materiales que utiliza sino que también atañe a la técnica, como lo prueba la intensa producción de dibujos, que, definidos como “esculturas de pared” o “pantallas espaciales”, le sirven para investigar, profundizando sobre las mismas cuestiones estéticas que en las piezas tridimensionales.

En Fragmentos y Durmientes Pello Irazu establece, como en otras ocasiones, una clara relación entre la obra y el espacio expositivo donde se presenta, clave esencial para entender su planteamiento conceptual. El artista manifiesta: “mi manera de abordar el espacio de la sala viene dado desde la comprensión de la arquitectura [..].de modo que no sea un mero contenedor donde colocar cosas”. Su interés por mediar entre la arquitectura de ARTIUM y el visitante, determina que la obra se expanda y funda con el lugar, como si continente y contenido fueran un todo indivisible que envuelve al espectador. Este diálogo adquiere tal fuerza que el arte subraya la arquitectura y ésta acentúa el lenguaje constructivo del arte. Las piezas que más pueden contribuir a potenciar este efecto son los dos murales que ocupa parte de la sala y que, además, con su rotunda presencia sirven de eco al resto de las obras.

Las dos esculturas que se presentan en ARTIUM, Erizo y Durmiente, opuestas en concepto y forma, revelan los intereses actuales del trabajo de Irazu. Erizo, de gran dimensión y raigambre constructivista, se compone de un conjunto de fragmentos que, abiertos al exterior, buscan el espacio como si quisieran disolverse en él. Por su parte, Durmiente, realizada con cartón pintado, hierro y tornillos, parece que se repliega hacia su interior para ahondar en la solidez y la densidad de sus partes.

Los dibujos, concebidos en estrecha relación con el resto de las obras, completan la exposición. El punto de partida de la mayoría de ellos son iconografías e imágenes clásicas del arte, periódicos o comics. Algunos, como la serie Durmientes, son claramente figurativos, y representan cabezas y rostros dormidos o con expresión de dolor. La serie Fragmentos, por el contrario, incluye dibujos donde lo gráfico y lo constructivo van de la mano, aspecto que se ve reforzado por la presencia de la cinta adhesiva.

En Fragmentos y Durmientes el conjunto de la obra logra mimetizarse con la sala y hace que la arquitectura desnuda y pasiva del museo cobre vida y se transforme, con el arte de Pello Irazu, en una obra escultórica más.

Exposición patrocinada por Mondragón Corporación Cooperativa (MCC).

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