La historia del arte y la de los propios artistas está llena de puntos de partida y de llegadas, de cruces y de vueltas. Cualquier artista, a lo largo de su vida, recorre un camino incierto y sin rumbo definido - aunque tal vez intuido – que le conduce a senderos que más tarde se materializan en obras, actitudes, o propuestas diferentes, únicas y personales. Algunos, de trayectoria impredecible, experimentan cambios de manera rotunda y visceral pudiendo, por ejemplo, pasar de lo figurativo a lo abstracto en poco tiempo; otros evolucionan de un modo más reflexivo y pausado, es su camino más llano y sosegado.
No son pocos los artistas, que en búsqueda continua, deciden romper o dejar temporalmente de lado la pintura o la escultura para abrazar lenguajes más nuevos como la fotografía o el vídeo. Algunos simplemente toman prestado lo que más les interesa o conviene de estos medios hasta cuestionar sus límites. Es interesante también el grupo de artistas que se mantiene fiel a una idea, a una técnica y/o un mismo lenguaje, con una trayectoria más serena y lineal. Un sinfín de intereses, de circunstancias, de obsesiones, y reflexiones son los que determinan el rumbo y destino de cada autor.
En un afán de transmitir el azaroso camino que recorre el artista a la hora de crear, la sala Sur, completamente modificada para esta muestra, se abre al espectador de manera laberíntica y algo desorientadora. En sus diferentes espacios se agrupan autores encadenados entre sí por alguna de sus obras, o por temas; por maneras de hacer, o por intereses de alguna generación vital determinada. En las dos primeras salas, al igual que en cada una de las trayectorias de estos artistas, se sitúa el inicio y el presente de nuestro arte contemporáneo. En ellas podremos contemplar las huellas del camino que comenzaron y el lugar adonde en algún momento atracaron. Tras recorrer la exposición, una sala de documentación permite al visitante profundizar sobre una serie de datos de interés que ayuden a comprender la trayectoria de los artistas expuestos.
Rumbos. Colección III aporta además una mirada más abierta y global al arte de nuestro tiempo: no existen jerarquías de grandes maestros o artistas menores a la hora de exponerlos, ni se engrandece o infravalora determinado género, estilo o técnica. Su objetivo es poner de manifiesto que los rumbos del arte pueden ser infinitos y que el camino se hace al buscar, explorar, o combinar medios, lenguajes, influencias o vivencias de todo tipo. Se trata de un mapa de aventureros del arte que investigan el mundo de las ideas, de las formas, de los códigos expresivos que, en fin, reflejan su tiempo de manera descarnada y por ello, a veces, difíciles de situar. Todos ellos conforman la realidad del arte del siglo XX y XXI en nuestro país, pero trasladable a cualquier rincón del mundo.
Comisariado y coordinación: Dpto. de Colección Permanente y Análisis Artísticos
Montaje: Arteka, S.L.
Seguros: Aón Gil y Carvajal
Agradecimientos al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, al Ayuntamiento de Vitoria y a la Galería Guillermo de Osma.