Diego Santomé

Desde: Viernes, 02 Abril 2004

Hasta: Miércoles, 07 Abril 2004

Lugar: Sala Este Alta

Diego Santomé es un artista nada convencional, con una breve pero interesante trayectoria. De formación autodidacta, desde los inicios de su carrera artística, a mediados de los 90, ha utilizado diferentes medios expresivos – pintura, fotografía, vídeo, performance – como vehículo para desarrollar una obra marcadamente conceptual y con un claro carácter multidisciplinar. Santomé concibe una obra en solitario, y casi siempre, la ejecuta con uno o varios colaboradores. La exposición que el artista presenta en ARTIUM incluye tres proyectos independientes pero complementarios entre sí: Pasen y Vean, Proyecto nº 15, y Fundación Diego San Tomé>>, la pieza más significativa y sobre la que se articula el discurso de la muestra: una reflexión desde y sobre el complejo mundo del arte.

Diego Santomé es un artista nada convencional, con una breve pero interesante trayectoria. De formación autodidacta, desde los inicios de su carrera artística, a mediados de los 90, ha utilizado diferentes medios expresivos – pintura, fotografía, vídeo, performance – como vehículo para desarrollar una obra marcadamente conceptual y con un claro carácter multidisciplinar. Santomé concibe una obra en solitario, y casi siempre, la ejecuta con uno o varios colaboradores. La exposición que el artista presenta en ARTIUM incluye tres proyectos independientes pero complementarios entre sí: Pasen y Vean, Proyecto nº 15, y Fundación Diego San Tomé , la pieza más significativa y sobre la que se articula el discurso de la muestra: una reflexión desde y sobre el complejo mundo del arte.

Pasen y Vean, una instalación interactiva, da la bienvenida al visitante. Una máquina con apariencia de play station se encuentra conectada a una pantalla y a un móvil. Un anuncio publicitario invita al espectador a escribir un mensaje a través del móvil mediante el cual elige uno de los tres vídeos grabados en bucle. Esta elección se registra en la memoria y el vídeo seleccionado se emite según el orden de llegada. A través de esta obra, Santomé explora las posibilidades creativas y expositivas de las disciplinas artísticas más recientes, y cuestiona los límites de la obra de arte y de la autoría exclusiva.

Una reflexión – no exenta de ironía – sobre los espacios de difusión del arte y los sistemas actuales de producción cultural es la génesis de la Fundación Diego Santomé, eje vertebral de la muestra, que se materializa visualmente en la sala a través de una espectacular maqueta con una colección de arte a escala que se despliega suspendida desde el techo como una gran escultura ingrávida. La pieza se acompaña de un fondo sonoro que acentúa la sensación de ingravidez de la maqueta. El minimuseo coexiste en la sala con cuatro vídeos que presentan imágenes, por un lado del entorno exterior de la Fundación, y por otro, de sus formas de trabajo y gestión. Además, como cualquier institución de estas características, existe un shoppping area o punto de venta, ubicado en el acceso a la Fundación que pretende contribuir a su autofinanciación.

Aunque sin visibilidad en la exposición, la Fundación posee un director, y un patronato real formado por críticos de arte, profesores universitarios y artistas. Igualmente, las obras de la colección han sido realizadas a escala y cedidas por artistas reales. Para la exposición de ARTIUM, se han añadido tres salas nuevas, y la selección de obras ha sido realizada por el comisario David Barro que ha elegido entre otros a: Carles Congost, El Perro, Rubén G. Ramos o Baltazar Torres. El carácter multidisciplinar de la Fundación Diego Santomé, su vocación itinerante – es la tercera vez que se expone - y su capacidad expansiva, podrían definir a esta singular propuesta como un proyecto de activismo cultural, como lo califica su propio autor, como un work in progress o incluso como una peculiar performance. Sea cual fuere, Diego Santomé aspira a que sea “una obra viva, generadora de obra a su vez, interdisciplinar y autosuficiente”, como el mismo afirma.

La exposición se cierra con Proyecto nº15, una metáfora visual de la inevitable, y a veces tiránica, interdependencia entre artista, obra y museo. Se trata de un corto experimental en el que se narra la historia de un hombre atrapado sin remedio en un espacio, indefinido e irreconocible hasta el final. Los efectos del desconcierto, temor, angustia o resignación que sufre el protagonista de este encierro se acentúan mediante recursos técnicos, no habituales en el lenguaje del cine narrativo, que tratan la imagen como algo matérico, con textura propia.

A través de estas tres sorprendentes propuestas, Diego Santomé cuestiona e ironiza sobre museos, exposiciones, artistas, y obras de arte; evidencia las limitaciones y debilidades del sistema, y parece presagiar nuevas fórmulas y caminos para el arte.

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