La Rioja, región conocida por su producción vitivinícola, está viviendo en los últimos años un período de expansión y de importantes inversiones que están cambiando la fisonomía de la zona. Con el deseo de difundir una imagen atractiva y moderna de sus vinos y de la región, una serie de bodegueros ha confiado la construcción de sus bodegas a arquitectos de renombre nacional e internacional. Todo ello dibuja un interesante panorama en el que al atractivo del vino se une el valor e interés artístico de este patrimonio arquitectónico singular que está dando lugar a un nuevo referente turístico y cultural. Arquitecturas del vino. BODEGAS YSIOS es la segunda de una serie de exposiciones, iniciada en el 2003 por ARTIUM con la muestra sobre las Bodegas Baigorri, que pretende difundir y dar testimonio de la renovadora actividad arquitectónica que se está desarrollando en esta región.
Bodegas Ysios, diseño del arquitecto valenciano Santiago Calatrava para la empresa Bodegas y Bebidas, S.A., se encuentra situada en el pueblo de Laguardia, a los pies de la Sierra de Cantabria. Inaugurada en 2001, su inconfundible diseño, todo un hito arquitectónico del panorama internacional, se percibe y destaca desde la lejanía por su brillante perfil de ondulaciones metálicas que emerge en el horizonte queriendo simular la silueta de un pato en pleno vuelo. La bodega, cuyo nombre hace referencia a la diosa egipcia Ysis que velaba por el cuidado del proceso de transformación de la uva en vino, tiene 8.000m2 de superficie (un edificio social y dos naves de almacenamiento), distribuidos linealmente con una orientación Este-Oeste, que se integran de manera admirable en el paisaje circundante y surge como una potente escultura.
La obra se basa en dos muros portantes de hormigón armado, separados por un espacio de unos 26 metros y revestidos por lamas de madera cuperizada en sentido vertical. Al reflejarse los ondulantes muros en el agua de los estanques que rodean el edificio, se distingue la forma de grandes toneles, estableciendo así una sutil y poética relación con la función del propio edificio. La cubierta es también un elemento fundamental en la concepción del proyecto. En el exterior se ha empleado el aluminio natural que produce un suave contraste con la calidez de la madera. Estructuralmente el edificio está formado por vigas de madera laminada, que apoyan sobre los muros laterales, y que van colocadas sobre planos inclinados y en sentido transversal al eje longitudinal del edificio. El aspecto externo es, por tanto, una superficie envolvente de suaves formas cóncavas y convexas.
La exposición comprende una espectacular maqueta del proyecto, y una serie de planos técnicos de los alzados y planta junto a diversas imágenes en color de la bodega. Además de este material, se exhiben un conjunto de reproducciones de bocetos realizados por Calatrava (dos de ellos originales) y varias fotografías en blanco y negro de ciertos detalles arquitectónicos de Aitor Ortiz. Así mismo se puede conocer a fondo la trayectoria y proceso creativo del genial Calatrava a través de un documental dirigido por Catherine Adda.