CVA. Juan Luis Moraza y Marisa Fernández

Desde: Jueves, 28 Octubre 2004

Hasta: Domingo, 09 Enero 2005

Lugar: Sala Norte

ARTIUM, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo, presenta la exposición de cámara “CVA. Juan Luis Moraza y Marisa Fernández” (Sala Norte, hasta el 9 de enero), que se inserta en la muestra “La Colección en contexto” como un ejemplo singular de la transformación del arte en el País Vasco en el principio de la década de los 80. CVA fue un colectivo formado por los artistas Juan Luis Moraza y Marisa Fernandez que desarrolló una gran actividad entre 1979 y 1985 y que tuvo gran influencia sobre autores que después han desarrollado una trayectoria de gran interés. A partir de una reflexión sobre los límites y los códigos de representación del arte, sus trabajos se llenan de marcos y peanas, producto de la reducción radical del objeto artístico a sus fronteras. Esta retrospectiva viene además a cubrir un vacío documental sobre esta “empresa artística”, como ellos se autodenominaban, producto de las escasas infraestructuras artísticas de la época, gracias a la publicación de un catálogo y a la recopilación de los escasos documentos disponibles.

ARTIUM, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo, presenta la exposición de cámara “CVA. Juan Luis Moraza y Marisa Fernández” (Sala Norte, hasta el 9 de enero), que se inserta en la muestra “La Colección en contexto” como un ejemplo singular de la transformación del arte en el País Vasco en el principio de la década de los 80. CVA fue un colectivo formado por los artistas Juan Luis Moraza y Marisa Fernandez que desarrolló una gran actividad entre 1979 y 1985 y que tuvo gran influencia sobre autores que después han desarrollado una trayectoria de gran interés. A partir de una reflexión sobre los límites y los códigos de representación del arte, sus trabajos se llenan de marcos y peanas, producto de la reducción radical del objeto artístico a sus fronteras. Esta retrospectiva viene además a cubrir un vacío documental sobre esta “empresa artística”, como ellos se autodenominaban, producto de las escasas infraestructuras artísticas de la época, gracias a la publicación de un catálogo y a la recopilación de los escasos documentos disponibles.

Uno de los programas consolidados desde el inicio expositivo de ARTIUM, es el denominado Exposiciones de Cámara que, a lo largo de los dos últimos años, ha ido aportando estudios en profundidad de algunas obras de la colección por medio de su contextualización en muestras y publicaciones que recogen tanto otras obras de la misma época, como documentación. En esta dirección apuntaron las exposiciones de Rafael Zabaleta y Nicolás de Lekuona.

Sin embargo, en esta ocasión con la muestra y la publicación de CVA (1980/1984), en la Sala Norte de ARTIUM, entre el 27 de Octubre y 9 de Enero, nuestro interés consiste en recuperar el trabajo de un colectivo de una época relativamente cercana. Tenemos que tener en cuenta que hacia finales de los años setenta y principios de los años ochenta, no existían muchas posibilidades de difundir por medio de catálogos la obra de muchos artistas que, posteriormente, se han revelado como influyentes e importantes. La precariedad que aquella época imponía en los canales de información y documentación ha hecho que se nos muestren visiones incompletas y sesgadas de lo que ocurrió entonces.

CVA fue una empresa compuesta por dos artistas, Maria Luisa Fernández (Villarejo de Orbigo, León, 1955) y Juan Luis Moraza (Vitoria-Gasteiz, Álava, 1960), que desarrolló su trabajo desde 1979 hasta 1985, aunque está exposición recoge sus obras entre 1980 y 1984, tal vez su época mas conocida y fértil. Ni siquiera habían acabado Bellas Artes en la Facultad de Bilbao, cuando su irrupción en el panorama creativo de la época supuso un enorme revulsivo tanto por medio de sus propuestas artísticas como por la enorme influencia que ejercieron en el convulso panorama del arte vasco y en cierta medida el español.

Sus propuestas consiguieron aportar otras miradas a los problemas de la representación de los fenómenos artísticos. De manera eficaz y rotunda redujeron el objeto artístico a sus fronteras: el marco y el pedestal, que se transformaron en metáforas del arte mismo, mostrando sus paradojas y sus límites. También el color dorado como doble símbolo del arte: de fulgor, deslumbramiento y de valor, de plusvalía, aparece en la mayor parte de sus obras que se convierten así en un irónico repaso al mundo del arte.

Hemos de tener en cuenta que además de los propios objetos que se presentan, CVA fue una empresa/colectivo que desarrolló un intenso trabajo reflexivo que se recoge en diferentes textos y proyectos no realizados, pero que dan una certera medida de la amplitud de sus intereses creativos.

CVA se inserta en la tradición de las posturas que formularon, los surrealistas, Marcel Duchamp, el arte conceptual y el minimalismo, ocupando, además, un espacio histórico clave en la transformación que sufrió el arte español y occidental: lo que se ha dado en denominar el fin de la modernidad y el inicio de la posmodernidad.

De hecho, el montaje de la muestra se encuentra muy cercana a la exposición contigua “La Colección en contexto” que se presenta simultáneamente a ésta y que enuncia la trama argumental del arte de aquellos momentos. En este sentido, CVA ha invadido y ha sido invadido simbólicamente con la construcción de una ventana o mejor dicho del marco de una ventana desde el que puede asomarse a una o a otra exposición.

En la muestra se recogen aproximadamente cien obras entre objetos, documentación y proyectos, destacando la gran instalación “(P) Punto de vista” de 1982.

Con esta exposición y la publicación de un preciso catálogo que recoge su obra, ARTIUM contribuye a estudiar y difundir CVA un colectivo esencial de nuestro arte más cercano, un deseo largamente esperado por una fracción importante del mundo del arte y a su conocimiento para el público en general.

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