Avelino Sala. Praxis. Discursos fragmentados. Detente

Desde: Sábado, 02 Octubre 2010

Hasta: Martes, 23 Noviembre 2010

Lugar: Sala Norte

Objetivo: pintar en el suelo de la sala un «discurso» inventado, extrayendo frases de discursos de Francisco Franco y Benito Mussolini.

Trabajando sobre la idea del proyecto como un ejercicio de evolución continua, esta pieza se desarrolla con una primera acción: pintar en el suelo de la sala un «discurso» inventado, con una tipografía clásica de maquina de escribir antigua –tipo de fuente Courier new–, se escribe un discurso que se forma extrayendo frases de discursos de Francisco Franco y Benito Mussolini, esta hibridación hace que se genere un nuevo discurso, que carece de localización ni temporal ni contextual por ser mixto, pero que nos dice mucho de la vacuidad de los discursos totalitarios. El fusionar discursos totalitarios, en este caso de dos dictadores de marcadas ideas de derechas, no es más que abrir desde una mirada poética el absurdo de un pasado en dos países diferentes: España, país de procedencia del artista, e Italia, lugar en el que ha vivido este ultimo año y donde ha desarrollado un cuerpo de trabajo que se ha basado precisamente en estos términos: el totalitarismo y las reminiscencias del pasado fascista en Roma, desde la perspectiva de la Academia de España, donde aun quedaban recuerdos de la dictadura, sus lecturas paralelas y sus similitudes, bastantes evidentemente. Revisar de una manera poética estos discursos genera desde la perspectiva estética una reflexión ética.

También ese hacer en la sala corresponde al absurdo de dar impronta, es decir, trabajar el texto sobre el espacio del museo como idea del discurso de poder en sí, de perpetuación procesual en el espacio blanco que es una metáfora de la nada, del no-lugar. El uso de la pintura y la sucesión de los días en el proceso, acentúan esa metáfora de fragilidad, temporalidad y vacuidad del discurso. El ejercicio de «borrarlo» –pasar cada cierto tiempo, una vez acabado el discurso, la fregona– es un gesto más, una acción simbólica que nos recuerda que no solo hay que recordar lo ocurrido, también hay que saber concluir con el pasado, sin olvidarlo.

Vídeos
El proyecto sigue desarrollándose con una instalación de dos vídeos. En ellos, una chica canta a capela Cara al sol y Faccetta nera, los dos himnos de los dos regímenes. Se ha realizado una interpretación de Cara al sol y Facetta nera en la que, manteniéndose la melodía y el compás de ambas canciones, se ha hecho hicapié en los aspectos líricos de las mismas, de manera que se pusiera en duda su asociación con una canción de marcha militar. Se ha intentado tratar la interpretación de estas canciones casi como si fueran arias de ópera o Lieder.
Los audios se entremezclan mientras esta muchacha se canta a si misma, ya que las pantallas están enfrentadas. Es una obra reflexiva que nos habla de lo absurdo del poder, de la actividad sin sentido, de lo endogámico de lo totalitario, de las pocas diferencias entre unos y otros. La voz dulce, casi angelical de esta muchacha, contrasta con las connotaciones políticas de sus dos actuaciones. Noemí de Haro, la muchacha que se canta a si misma las dos canciones, representa ese fin de la propaganda: despertar los sentimientos nacionales, exaltarlos, con unas letras sencillas pero emocionantes, dirigidas al pueblo en general. Su alto contenido emocional contrasta con la dulzura y candidez de esta muchacha, que con una voz angelical recrea este sentimentalismo facilón con una nueva perspectiva. Se ha jugado con aspectos de interpretación musical de una partitura que podría ser la misma para el militar que para la soprano, y se ha adaptado la altura de las notas a la tesitura de las voces.

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