Bab Sebta (La puerta de Ceuta) (2019) de la artista franco-marroquí Randa Maroufi (Casablanca, 1987) reconstruye situaciones en uno de los tres pasos fronterizos terrestres entre Marruecos y España (y entre África y la Unión Europea), el de Ceuta. Miles de personas dependen del cruce de dicha frontera cada día, donde hay un tráfico intenso de mercancías de contrabando que se venden en el norte de Marruecos a precios ventajosos.
Maroufi ha seguido las rutas de algunas de estas personas y observado la cotidianidad de la frontera en donde la policía y los agentes aduaneros españoles ejercen un control que es retado por las diferentes estrategias de los y las contrabandistas que esperan pacientemente su turno para cruzar.
Las fronteras que separan estados-nación son por lo general lugares que oscilan entre el control y la porosidad más o menos controlados. En el caso de Ceuta, Maroufi observa el carácter casi performativo de los rituales implícitos en el tránsito de mercancías y personas de un lado a otro y las interacciones y negociaciones que los hacen posibles. La forma en la que se estructuran las relaciones en determinados espacios y cómo las personas se mueven en ellos es un punto de partida en muchos proyectos de Maroufi.
Bab Sebta no es una película documental, sino una forma de interpretación de un espacio liminal codificado. Realizada en una fábrica transformada en estudio de filmación, Maroufi colaboró con personas que hacen el trasiego entre Marruecos y el enclave de Ceuta, utilizando dos puntos de vista, uno cenital que remite a una mirada distanciada y pretendidamente objetiva del territorio, mientras que las tomas frontales permiten acercarse de manera afectiva a los gestos, las corporalidades y materialidades que conforman estos escenarios.
La Sala Z (zinema) es un espacio que investiga nuevas formas de relacionar el cine y el arte. No es un ciclo en una sala de cine, tampoco es una exposición al uso. Es un proyecto que construye un tercer espacio en el museo desde el que visibilizar y analizar obras de artistas que se acercan al territorio cinematográfico y de cineastas que exploran el formato expositivo. Se trata de un programa que nace para pensar la imagen en movimiento en el museo, y que da a conocer a autores y autoras que buscan nuevas formas narrativas cuestionando las convenciones, los géneros y las categorizaciones que históricamente han definido el lenguaje cinematográfico.